Microsoft ha emitido una advertencia a los usuarios de Windows 11 sobre la última actualización del sistema operativo, que podría causar bloqueos en los equipos. La compañía recomienda no instalar esta actualización hasta que se resuelvan los problemas detectados.
La actualización, que inicialmente prometía mejoras en la seguridad y el rendimiento, ha resultado en numerosos informes de usuarios que experimentan fallos críticos. Estos problemas incluyen pantallas azules de la muerte (BSOD) y reinicios inesperados, lo que ha generado preocupación entre la comunidad de usuarios.
Microsoft ha reconocido la gravedad de la situación y está trabajando activamente en una solución. Mientras tanto, aconseja a los usuarios que eviten instalar la actualización para prevenir posibles interrupciones en el funcionamiento de sus dispositivos. La empresa ha proporcionado instrucciones detalladas para aquellos que ya han instalado la actualización y están experimentando problemas, sugiriendo revertir a una versión anterior del sistema operativo.
Además, se ha recomendado a los usuarios que configuren sus sistemas para pausar las actualizaciones automáticas, evitando así la instalación de esta versión problemática. Esta medida preventiva es especialmente importante para aquellos que dependen de sus equipos para tareas críticas y no pueden permitirse interrupciones.
La comunidad tecnológica ha reaccionado con una mezcla de frustración y comprensión, reconociendo que, aunque las actualizaciones son esenciales para la seguridad y el rendimiento, también pueden traer consigo desafíos inesperados. Microsoft ha asegurado que proporcionará más información y una solución definitiva en los próximos días.